Dictó cátedra en los mejores escenarios del continente. La mayoría coincide en que es el mejor jugador nacional de todos los tiempos. Su historia se escribe con goles; más de 300 tantos en 21 años de carrera deportiva, de los cuales 204 fueron anotados para equipos de Argentina, México y Colombia. Se trata de José Rafael Meza Ivancovich: El Maestro.
Sus primeros pasos como futbolista los dio en la Plaza Iglesias aunque ya desde los cinco años jugueteaba con un balón que le había regalado su padre. Las mejengas con sus compañeros de la Escuela del Padre Peralta y luego con los de la Jesús Jiménez, marcaron su eterno ligamen con el gol.
El primer equipo organizado con que participó fue el Ciclón Negro, allá por el año 1934, bajo la conducción de don Francisco Zavaleta. A los 14 años obtuvo su primer título: Sub-campeón Nacional con el infantil del C.S.C.
Vertiginoso ascenso
Las grandes cualidades mostradas por aquel jovencito con el infantil del Cartaginés lo catapultaron a la máxima división a los 17 años de edad, saltándose las divisiones intermedias.
Fue llamado a integrar la Primera División del Club Sport Cartaginés para la temporada de 1937. Debutó ante el Club Sport Herediano en un encuentro en el Estadio Nacional.
Aquella temporada no tuvo una actuación destacada pero le sirvió para tomar confianza y comenzar a lucirse a partir del 38.
Precisamente fue en ese año en que tuvo su primera participación internacional, enfrentando al Atlético Corrales de Venezuela, equipo que le hizo una oferta que no fructificó.
Para ese entonces el joven Meza se desempeñaba como interior derecho, un puesto en el que no tuvo actuaciones relevantes.
Fue en 1940, al llegar el Coronel Raúl Pacheco, como Capitán General del equipo, que Fello fue ubicado como centro delantero.
En el campeonato de 1940, jugado a dos vueltas, llegaron a la final el Club Sport Herediano y el Club Sport Cartaginés. El juego se realizó en el Estadio Nacional, en enero de 1941, ante tribunas llenas.
En la primera parte los brumosos perdían tres goles contra uno y además, tenían la desventaja de un hombre menos en la cancha ante la lesión de Mario Madriz (en esa época no se permitían cambios).
Gracias a una reacción espectacular de Fello Meza, quien anotó dos goles, los brumosos remontaron el marcador para poner un definitivo cuatro a tres, con el que conquistaron su segundo campeonato.
La temporada del 40 constituyó el trampolín hacia la fama para Fello Meza, ya que además de conducir a su equipo a la conquista del titulo, logró coronarse como goleador del certamen (17 anotaciones) pese a haber jugado solo ocho partidos ya que una seria lesión lo mantuvo alejado de las canchas.
Luego vinieron las series internacionales en que fue solicitado como refuerzo de varios equipos. El público ya hablaba constantemente de él mientras que la prensa le dedicaba elogiosos comentarios.
Ante el América de México actuó con el Cartaginés y reforzó a Heredia y Alajuela.
Su rendimiento en aquella serie interesó a los dirigentes aztecas, quienes le ofrecieron un jugoso contrato con un salario inusual de $150 dólares mensuales.
Una situación similar se presentó en febrero de 1941 cuando visitó el país el club argentino Estudiantes de La Plata. En esa ocasión Fello actuó dos veces con el Cartaginés y reforzó al combinado Orión-Herediano y anotó cinco goles en los tres partidos. De inmediato captó el interés de los dirigentes suramericanos quienes le hicieron la respectiva oferta.
Sin embargo, en ambas ocasiones fueron rechazadas por impedimento de la Federación Costarricense de Fútbol que requería de sus servicios para el Primer Campeonato Centroamericano y del Caribe de Selecciones Nacionales, que se realizaban en San José, en mayo de 1941.
Dicho certamen fue ganado finalmente por Costa Rica en forma invicta y Fello se convirtió en el campeón goleador del torneo con nueve tantos. A Panamá le hizo 5, (5 x 0) a Antillas Holandesas 2 (6 x 2) y a El Salvador también dos (3 x l)
Primer contrato en México
Terminado el Centroamericano y del Caribe comenzaron a «llover» las ofertas. De Méxiico llegaron emisarios de tres equipos: el España, el América y el Unión Deportiva de Moctezuma. Finalmente Fello se inclinó por el equipo que presentó la mejor oferta: el Moctezuma de Orizaba, $200 mensuales además de pasajes y otras facilidades.
El debut en el fútbol mexicano no pudo ser mas brillante, terminó como campeón goleador con 21 anotaciones en 12 partidos. La cifra habría sido más alta ya que no pudo jugar todo el certamen debido a una apendicitis que lo dejó fuera por varias fechas. Pese a esa ventaja, sus competidores en el goleo no lograron darle alcance. Se recuerda especialmente el encuentro Moctezuma-Asturias, que terminó con un marcador de ocho goles a uno, de los cuales Fello marcó seis para su equipo.
Hacia Argentina
Luego de su brillante temporada con el Moctezuma, el goleador costarricense decidió aceptar una tentadora oferta del Club Estudiantes de la Plata de Argentina.
Llegó a Buenos Aires en octubre de 1941 y poco después debutó en una serie amistosa contra el Racing, el Huracán y Chacarita. A pesar del nerviosismo inicial, Fello logró hacer tres tantos en la corta serie.
Con el equipo de La Plata conformó una delantera que todavía se recuerda en Argentina junto a Galiardo, José Negri, Cirico y Pellegrina. Por otra parte, le correspondió enfrentar rivales de la talla de Angel Labruna, Adolfo Pedernera y Jose Manuel «El Chalro» Moreno, considerado el mejor jugador argentino de todos los tiempos.
Con el club pampero Fello realizó exitosas giras a Bolivia, Chile y Perú. Además, en el campeonato local argentino anotó 18 goles en la temporada de 1942 y 15 en la del 43.
Esas dos temporadas bastaron para que las publicaciones deportivas argentinas lo catalogaran como uno de los mejores futbolistas extranjeros que ha militado en aquel país.
De vuelta a México
A principios de 1944 Fello recibió una jugosa oferta para retornar al Moctezuma, la cual no pudo rechazar. El club pago diez mil dólares por su ficha y le ofreció un salario mensual de $500, cifras astronómicas para ese entonces.
A su paso por Costa Rica, rumbo a México, Fello jugó un memorable partido con el Club Sport Cartaginés enfrentando a la Liga Deportiva Alajuelense.
El juego tuvo como atractivo la presentación de dos jugadores ticos que venían de triunfar en el extranjero: Fello Meza en Argentina y Alejandro Morera en España. El match cumplió con las expectativas que se habían fijado, ya que ambos deleitaron a la numerosa concurrencia con un fútbol exquisito. El encuentro terminó empatado a un gol con anotaciones de Meza y Morera.
La temporada 44-45 no resultó del todo buena para el goleador tico. Problemas estomacales lo dejaron fuera de acción durante una buena cantidad de encuentros y pese a ello, terminó como el mejor anotador de su equipo con 21 tantos.
Al año siguiente fue traspasado al Atlante, equipo con el que alcanzó la máxima popularidad en el fútbol azteca.
Con el Atlante conformó una línea de ataque extraordinaria junto a los mexicanos Horacio Casarín y Angel Segura, el español Vantoldrá, y el argentino Nicolau. Esta delantera impuso una marca que aún se mantiene: 121 goles en 28 partidos, de los cuales Fello «colaboró» con 35 dianas.
La fama acumulada le valió ser participe de una película en una de cuyas escenas aparece realizando una extraordinaria jugada.
Fello Meza completó su paso por México al retomar al Moctezuma en la temporada de 1949, ya que su deseo era despedirse de aquel pais con el equipo que le dio la primera oportunidad.
En resumen, Fello Meza actuó en México durante las temporadas 41 y 42 con el Moctezuma en que anotó 21 goles. Luego 44-45 nuevamente con el Moctezuma, 20 goles, 45-46 con el Atlante, 103 goles, y finalmente con el Moctezuma una vez más, 19 goles, para un total de 163 anotaciones en tierras aztecas.
En Colombia
Poco tiempo estuvo Fello Meza en el país luego de su regreso de México ya que a los pocos meses se enroló con la Universidad de Bogotá. En aquel equipo colombiano militaban ocho costarricenses: Mario Murillo, Max Villalobos, Leonel Boza, Osito Solano, Alpízar, Panzón Umaña y Fello.
Llegó en 1950 y solo actuó durante siete meses ya que sufrió una seria lesión en la rótula. Ante esta situación solo pudo actuar en ocho partidos oficiales en los que conquistó igual cantidad de goles.
Regresó a Costa Rica para recuperarse y luego de seis meses se incorporó al Cartaginés donde cumplió la doble función de jugador y director técnico. En esta última etapa con el equipo brumoso jugó junto a las nuevas figuras de la época, como Asdrúbal Meneses, Enrique «Pelirrojo» Córdoba, Guido Cubero y Alexis Goñi, entre otros.
Honduras
En 1952 se desplazó a Honduras para hacerse cargo de la Dirección Técnica del Club Aduana de Tela. En tierras catrachas estuvo durante seis meses y llevó al equipo a conquistar el campeonato nacional de ese país.
De regreso en Costa Rica se incorporo una vez más al Cartaginés.
Sin embargo, los hondureños se interesaron nuevamente en sus servicios y regresó al Tela al año siguiente.
Aunque fungía como técnico, en un encuentro internacional frente al Marianao de Cuba Fello ingresó a jugar ante la insistencia del público. A los 25 minutos del partido Fello anotó un gol que es considerado como uno de los más espectaculares en la historia del fútbol hondureño.
Un periodista catracho lo describió así: «el tico recibió por alto frente a dos defensas, bajó el balón con la cabeza la colocó entre sus rodillas, dribló a los defensas y con increíble rapidez se colocó frente al marco, descolocó al arquero y metió la bola pegada al ángulo. Después de la acción fue levantado en hombros y paseado por toda la cancha ante un público que no cesaba de aplaudir».
El adiós a las canchas
Tras su retorno de Honduras Fello participó una vez más con el equipo brumoso en la temporada de 1955. Luego en el 56, a la edad de 36 años, decidió vestir la camiseta del Herediano, equipo con el que alcanzó el campeonato aquel año.
El domingo seis de enero de 1957, le dijo adiós al fútbol, en un encuentro celebrado en el Estadio Nacional entre el Herediano y el Rapid de Viena. Los florenses golearon siete a cero, Fello no anotó pero sirvió cinco.
Después de retirado se dedicó a la Dirección Técnica por aproximadamente veinte años en que condujo a varios equipos nacionales de la primera y segunda división.
Su última aparición en las canchas se produjo el dos de agosto de 1973 con motivo del bautizo del Estadio de Cartago con su nombre en un encuentro entre el Club Sport Cartaginés y el Liverpool de Uruguay.
Con sus 53 años a cuestas, actuó durante diez minutos, suficientes para servir un magistral pase a Leonel Hernández para que anotara un precioso gol.
Es difícil resumir la historia del Maestro Fello Meza en unas pocas páginas. Quienes deseen conocer más profundamente sobre su brillante carrera deportiva, pueden acudir al libro «El adiós del Maestro», de José Antonio Pastor Pacheco.
La ficha de Fello Meza
Nombre: José Rafael Meza Ivancovich
Fecha de nacimiento: 20 de julio de 1920
Lugar: Ciudad de Cartago
Padres: Francisco Meza Garcí y Rafaela Ivancovich Fernández
Esposa: Lidia Montoya Loría
Hijos: 12 (seis nacidos en México)
Equipos: C.S. Cartaginés (1937-41, 1950-52, 1955). Unión Deportiva Moctezuma de Méjico (1941-42,1944-45,1946).Estudiantes de La Plata, Argentina (1942, 1943, 1944). Atlante de México (1945-48). Universidad de Bogotá, Colombia (1950). Aduana de Tela, Honduras. (1953-54). Club Sport Herediano (1956). Selección Nacional (1941).
Títulos obtenidos: Campeón Nacional con el C.S.Cartaginés (1940) y C.S. Herediano (1955-56). Campeón de México con el Atlante (1946-47), Campeón Centroamericano y del Caribe (1941). Campeón goleador en Costa Rica (1940, con 17 goles) y en Mexico (1941-42 con 21 goles) Subcampeón Nacional de Primera División con Cartaginés (1953) y San Carlos (1969, D.T.).
Director Técnico: Unión Deportiva Moctezuma de Orizaba (México), Aduana de Tela (Honduras), C.S Herediano, San Carlos, Limón, Turrialba, Puntarenas, Golfito Pérez Zeledón y Paraiso.