Nunca se sabe por los senderos que nos llevará la vida.
Una carta cambió la de aquel lateral derecho del Español de Barcelona, la empresa de la familia necesitaba ayuda, por lo que su presencia en Costa Rica era indispensable. La petición de su hermano, Rogelio, no dejaba espacio para la duda.
A los 31 años, Ricardo Saprissa Aymá abandonó España. El 19 de febrero de 1932 llegó a Costa Rica, que lo recibió como un héroe deportivo y lo despidió casi 60 años después a la inmortalidad tal si fuese un hijo suyo, un 16 de agosto de 1990.
La huella de don Ricardo es perenne en el deporte costarricense.
Fue el apóstol de aquel modesto club josefino fundado el 16 de julio de 1935 por el zapatero Roberto Beto Fernández. Primero, bajo la inspiración de su apellido, luego, bajo su guía, el Deportivo Saprissa se convirtió en uno de los clubes más populares de Costa Rica y en el mayor ganador de títulos nacionales en toda la historia del futbol tico.
En la pasión del pueblo morado, en cada gol que se anote con el ímpetu saprissista, en cada joven que se uniforme con la «S» en el pecho, don Ricardo estará vivo.
«Si continuamos su ilusión, sus deseos de formar por medio del deporte, estará sepultado…, pero no muerto», expresó Enrique Weisleder, compañero y tesorero de la Junta Directiva presidida por Saprissa.
Deportista nato
Hijo de José y Carmen, una pareja de inmigrantes catalanes, empezó a construir su fama deportiva al incorporarse al Centro Salvadoreño de Sport y a los 19 años se convirtió en campeón centroamericano de tenis.
El fútbol, por supuesto, captura el interés del entonces joven Saprissa. De hecho se le menciona como un puesto «fijo» en la Selección de El Salvador donde nació el 24 de junio de 1901 para los Juegos del Centenario de la Independencia, en Guatemala.
Tras graduarse como ingeniero topógrafo, regresa con su madre a Barcelona. Las cosas no le pintaron muy bien, porque no le reconocieron sus estudios. Hay que comer y por eso funda una tienda en el barrio de Sarriá.
El alma deportiva de Saprissa era irrefrenable y pronto encuentra aleros: en el tenis es miembro de la selección española de la Copa Davis (1930); con el Real Polo Hockey Club de Barcelona gana el campeonato sobre hierba de España (1928), con dos goles suyos, ante el Athletic Club de Madrid. El rey Alfonso XIII, un ferviente seguidor de esta disciplina, recibe a los campeones en su palacio.
Más será en el fútbol donde cimentará su fama: en el Español de Barcelona, jugó nueve temporadas, a partir de 1922. Era un lateral derecho de buena estampa. A sus espaldas estaba un mito: Ricardo El Divino Zamora, el modelo de los porteros españoles en cualquier época. Cuando Zamora se mudó al Real Madrid, Ricardo Saprissa heredó la cinta de capitán.
Dos títulos de Cataluña y uno de España (1929) es el saldo de su paso por los periquitos. Y otro dato habla más que cualquier otra cosa de su calidad humana y deportiva: nunca fue expulsado o amonestado y jamás cobró un céntimo por jugar.
El 17 de enero de 1932, ante el Athletic de Bilbao, pone fin a su carrera futbolística puesto que su hermano mayor, Rogelio, necesita ayuda para sacar adelante la fábrica textil que posee en Costa Rica.
Era un 19 de febrero de 1932 cuando llegó al país.
«Se encuentra entre nosotros el defensa internacional español Ricardo Saprissa, quien actualmente se encuentra al frente de una fábrica de tejidos. Todavía no se ha decidido por qué club jugará, pero sabemos de fuente oficial que se inscribirá en el Orión F.C.», consignó la revista Olimpia.
La llegada de Saprissa no pasó inadvertida en el mundo deportivo costarricense. Y aunque había prometido no vestir una camisa diferente a la del Español, el equipo de la constelación lo trajo a las canchas. Con los orionistas fue entrenador y se le conocía como capitán general y dirigente.
En 1935 se le designa como entrenador de la Selección Nacional, es el primero en ocupar con ese nombre el cargo. Bajo su guía la Tricolor gana la medalla de plata en los III Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Ocupará ese puesto dos veces más, en 1938 y 1951.
Y fue un 15 de julio de 1935 cuando el destino hizo un quiebre: en la zapatería de Fausto Leiva, del barrio Los Ángeles de San José, unos entusiastas del fútbol, bajo la idea de Roberto «Beto» Fernández se reúnen para darle nombre al grupo de chiquillos que daban cátedra en La Sabana. Saprissa es el nombre elegido por la admiración que sentían hacia el deportista y el hecho de que les podría suministrar los uniformes, gracias a la textilera.
Don Ricardo acepta la propuesta y el 16 de julio de 1935, el Saprissa F. C. queda oficialmente fundado.
«Don ‘Beto’ Fernández me entusiasmó con la idea de patrocinar un equipo que estaba bajo su cargo…; acepté porque era un halago para mí, además sería todo un entretenimiento», recordaría varios años después.»
La sombra del Orión, club que presidía don Ricardo, cobijó al Saprissa en sus albores. Pero esos «locos bajitos» como canta otro catalán, Joan Manoel Serrat crecieron en edad y fútbol.
«Hubo un momento en que se debió tomar la decisión de separarse».
Bajo su égida aquel equipo creció, creció y creció hasta convertirse en una de las instituciones más respetadas y grandes de América Central.
«Nunca pensé que se llegaría tan lejos», reflexionó don Ricardo, años atrás en una entrevista con el periódico La Nación.
El nueve de enero de 1981 dejó la presidencia de su querido equipo morado. Su obra estaba hecha.
Por voluntad propia vivió sus últimos años en el Hogar de Ancianos Santiago Crespo Calvo, en Alajuela. Nunca perdió la lucidez mental o espiritual.
Un 16 de agosto de 1990 murió en paz. Solo se fue físicamente, pues ya lo escribió Gabriel García Márquez: «Uno es eterno en la fidelidad de quienes lo quisieron».
Ricardo Saprissa Aymá ocupa un lugar de privilegio en las alturas del deporte en Costa Rica, donde quiso el destino que llegara un día de febrero de 1932.
Don Ricardo, en breve
Nombre: Ricardo Saprissa Aymá.
Padre: José Saprissa y Carmen Aymá.
Hermanos: José, María, Marta, Jorge, Rogelio y Mercedes.
Lugar y fecha de nacimiento: San Salvador, El Salvador; 24 de junio de 1901.
Profesión: ingeniero topógrafo de la escuela Politécnica Militar de El Salvador.
El jugador
Hockey sobre hierba: campeón de España y Cataluña (1924). Tenis: campeón de Cataluña y España (1923 y 1924); seleccionado por ese país para los Juegos Olímpicos de París (1924) y la Copa Davis de 1930; campeón centroamericano (1920 y 1946); seleccionado nacional (1935 y 1946). Fútbol: campeón de Cataluña y España con el Real Club Deportivo Español (1928), jugaba de defensa derecho. Nunca cobró por jugar. También jugó béisbol y softbol.
El entrenador
Fue el primero en la historia de la Selección Nacional de Fútbol: debutó en 1935, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe (ganó plata). La dirigió, además, en 1938, en Panamá (repitió la plata); y en 1951, junto con Luis Cartín, durante los Primeros Juegos Panamericanos, en Buenos Aires: obtuvo plata, la única medalla del fútbol tico en esas justas continentales. En total, dirigió 15 juegos clase A: ganó 10, empató uno, perdió cuatro, 50 goles a favor y 21 en contra.
Campeón con el Orión (1938).
El dirigente
Presidente del Orión de 1938 a 1952; presidente del Saprissa de 1948 a 1981; presidente del Consejo Nacional de Deportes en 1966; presidente de la Asofútbol, en 1961.
Distinciones
Miembro de la Galería Costarricense del Deporte (1969); presidente honorario del Español de Barcelona, Orión, Gimnástica Española y Liga Deportiva Alajuelense. El estadio Ricardo Saprissa lleva su nombre desde el 27 de agosto de 1972, fecha de su apertura.
Fuente: Deportivo Saprissa.